Europa y algunos países de Sudamérica tienen hoy índices de desarrollo encontrados. Si la pobreza en varias de las naciones europeas va camino a acercarse a los niveles de la Segunda Guerra Mundial, es todo lo contrario en países latinoamericanos como Venezuela, Argentina y Brasil, en los cuales se han reducido de manera notable esos indicadores.
Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), da cuenta de que Venezuela es el país de la región que más avanzó en este sentido entre 2011 y 2012. En ese país sudamericano, asegura, la tasa de pobreza disminuyó un 5.6 por ciento.
Argentina, Brasil, Ecuador, Perú y Colombia, por su parte, completan la lista de los 11 países con información disponible que vieron disminuir los niveles de pobreza en 2012. México, en tanto, sufrió un leve aumento.
La CEPAL advierte no obstante que este problema en América Latina permaneció estable en términos generales, respecto a 2012, y que los niveles de indigencia aumentaron respecto a ese año. En cifras concretas, la pobreza estaría afectando a unos 164 millones de latinoamericanos, la misma cantidad de personas que en 2012, lo que equivale al 27.9 por ciento de la población total.
El analista Julio Gambina opina que para combatir este mal la región aún necesita acometer cambios estructurales que tienen que ver con las necesidades básicas insatisfechas de una gran parte de la población de América Latina. El analista subraya que la región va por buen camino, pero que todavía no se han recuperado “los índices de distribución de ingresos o de la riqueza que había antes de la aparición de los gobiernos neoliberales”.
“Las políticas que se han venido tomando en la última década en algunos de los países con gobiernos autodenominados progresistas han podido disminuir parcialmente los efectos de las políticas neoliberales”, señaló Gambina en una entrevista.
El experto resalta que para combatir el problema de pobreza y de la indigencia no solo debe mantenerse la distribución de la riqueza con especial atención a los sectores más vulnerables, sino que también hay que avanzar en los cambios estructurales.
(Con información de Russia Today)
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