LA ALEGRÍA PERONISTA

domingo, 25 de marzo de 2012

Yo acuso

A 36 AÑOS DEL GOLPE, REVELACIONES DEL DIPLOMÁTICO NORTEAMERICANO TEX HARRIS

Yo acuso

ENTREVISTAS / (Por Walter Goobar y Francisco Balázs*) 

Pese a que el entonces presidente James Carter lo había mandado para encargarse de asuntos nucleares, Tex Harris asumió el área de Derechos Humanos de la embajada norteamericana. Fue entre 1977 y 1979, desspués de ver “a las madres del pañuelo blanco”. 
Eso le valió el enfrentamiento directo con el embajador Raúl Castro y con el secretario de Asuntos Latinoamericanos Terence Todman. Harris contó con la ayuda de la bibliotecaria argentina de aquella embajada Blanca Volleweider, la única que se ofreció a colaborar con la descomunal tarea: dejar abierta la sede diplomática dos horas por día para registrar denuncias de la desaparición de personas. Así, confeccionaron 9.500 fichas, que enviaron a Patricia Derian, secretaria de Derechos Humanos del gobierno de Carter. 
En un minucioso relato, Harris cuenta a Miradas al Sur cómo frenó primero un crédito del Eximbank destinado a la Armada para luego facilitarlo como prenda de negociación para que Emilio Massera aceptara la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) de la OEA. Paradójicamente, o como consecuencia de sus actitudes irreverentes, Harris fue desplazado de su cargo apenas terminó su labor la Cidh, y quedó marginado en su carrera diplomática por 20 años. 
“El mayor reconocimiento –recuerda– es saber que ayudé a salvar vidas”. 
Y agrega, con una sonrisa: “Muchos de ellos están gobernando hoy la Argentina”. 
A 36 años del golpe de Estado todavía hay muchas historias atesoradas en la memoria de quienes fueron protagonistas directos de crímenes de lesa humanidad. O en aquellos que los evitaron.

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