LA ALEGRÍA PERONISTA

viernes, 12 de noviembre de 2010

“Están buscando otro Kirchner crispado”



Por Néstor Leone El filósofo Ricardo Forster analiza las perspectivas del gobierno nacional luego de la muerte del ex presidente. Los desafíos políticos y las nuevas críticas de la oposición



LECTURA:|ENVIAR POR EMAIL|IMPRIMIR|PUBLICAR|COMPARTIR


Filósofo y referente del movimiento de intelectuales Carta Abierta, Ricardo Forster analiza en esta entrevista los cambios en el escenario político luego de la muerte de Néstor Kirchner. Además, destaca las cualidades de Cristina Fernández de Kirchner para asumir el liderazgo político hasta entonces compartido con su esposo, advierte sobre los nuevos “flancos débiles” que la oposición intentará encontrarle a su gobierno y da por descontado el respaldo que le ofrecerá el peronismo para consolidar su gestión. “La intensidad política y emotiva que se desplegó durante su despedida y el modo como emergió de ahí su figura, hace que la Presidenta se vuelva intocable dentro del peronismo”, asegura.

¿Le sorprendió la resignificación que tuvo la figura de Néstor Kirchner y todo lo que se generó alrededor de su despedida?
Creo que la muerte de Kirchner produjo un efecto de verdad, corrió un velo, quebró el dispositivo narrativo que lo colocaba en una dimensión de aislamiento, sin capacidad de producir entusiasmo ni afecto, encriptado, autoritario y soberbio. Ese discurso, que pareció capturar el relato de la verdad, se dislocó brutalmente con la despedida que le ofreció una parte fundamental de la sociedad argentina. Eso hizo imposible la reiteración de aquel discurso. La muerte de Kirchner liberó, también, zonas afectivas que estaban clausuradas y ciertos discursos vergonzantes. Si todos, aparentemente, compartían esa percepción de un Kirchner impresentable, “entonces cómo yo voy a defenderlo”. Eso quedó atrás, y una cantidad grande de personas se sintieron habilitadas a leer, ver y percibir de otra manera su figura. También queda claro que Kirchner ha producido una inflexión. Con su muerte, de hecho, se resimbolizó su gestión.
Kirchner se llevó consigo el mote de “crispador” y los argumentos habituales que esgrimía la oposición para cuestionar al Gobierno. ¿Cuál cree que será el nuevo flanco elegido?
Es una paradoja, porque ellos caracterizaban a Kirchner como crispador y a Cristina como soberbia. Pero el trabajo más arduo le tocó a Cristina, como el mismo Kirchner lo reconoció en su momento. Durante la gestión de Néstor, dado el nivel de crisis estructural que existía en el país, la mayoría de los actores políticos y económicos decisivos “dejaron hacer”. Pero una vez que se reequilibró el país, las corporaciones económicas quisieron volver a imponer sus límites, y ahí es donde el gobierno de Cristina dirimió cuestiones clave. Por caso, el conflicto por la renta agraria, o ese otro conflicto más solapado que tuvo que ver con la reestatización del sistema jubilatorio, que es una herida muy fuerte a la especulación financiera. Hoy queda más claro que el concepto de crispación sólo servía para ocultar una nueva realidad política: por primera vez, en casi cincuenta años, un gobierno democrático no se resigna frente a las corporaciones.
¿Cuál será la actitud de estos sectores de aquí en más teniendo en cuenta que el “crispador” ya no está? Pensaba, por ejemplo, en la estigmatización que opera sobre Hugo Moyano, aliado clave del Gobierno. Quizá vaya en ascenso.
Están buscando otro Kirchner crispado, eso está claro. La oposición político-corporativa-mediática está hurgando minuciosamente para ver cuáles pueden ser las nuevas zonas débiles del Gobierno o a quién transformar en el destinatario de la crítica y la estigmatización. Moyano, en ese sentido, aparece como una figura ideal. Por sus características, por el prejuicio enorme que atraviesa el ánimo de las clases medias con relación al sindicalismo y porque es uno de los respaldos más significativos del proyecto inaugurado en 2003. Acá se está planteando el avance hacia una distribución más igualitaria de la renta. El proyecto de redistribuir las ganancias de las empresas entre los trabajadores es inadmisible para algunos sectores, entre otras cosas, porque implica la apertura de los libros contables, cosa que desnudaría la enorme rentabilidad de las grandes empresas en la Argentina. Entonces, no extraña que Moyano se convierta en un adversario a combatir. Después irán por otros lados, seguro.
¿Cuáles, por ejemplo?
Los que ya estamos viendo. Plantear la debilidad de Cristina o poner en duda que pueda hacer el trabajo que hacía Néstor en el PJ, o dar por descontado que no podrá manejar a los barones del Conurbano. Tampoco faltarán los que insistan con la inflación como problema omnipresente. Algunos ya se preguntan: si el ministro era Néstor Kirchner, entonces, ¿quién definirá las líneas económicas? No son casuales todas estas cosas. Entonces, las versiones, la incertidumbre. En lo personal, pienso que el año próximo va a ser un año muy movido, muy complejo. Peligroso, también.
¿En qué sentido?
Creo que hay que leer el asesinato de Mariano Ferreyra, entre otras cosas, dentro de un reverdecimiento de un clima social raro. No digo, necesariamente, que los asesinos de Mariano estén dentro de un complot. Lo que digo es que habrá que tener mucho más cuidado con la posible introducción de la violencia en la escena político-social argentina. Es un modo de embarrar la cancha y uno de los peligros más notables. Se han dado pasos positivos enormes para evitar la violencia, como la negativa a reprimir la protesta social, cualquiera fuere. Pero habrá que conjurar zonas peligrosas. Algo parecido pienso del concepto de seguridad, lo suficientemente complicado y vago, como para que puedan instalarlo como tema decisivo de cuanto se diga.
Recién hablaba de aquellos que parecen dispuestos a tomarle a la Presidenta un continuo examen. Parecería existir una especie de subestimación de su capacidad para ejercer ese liderazgo.
Cristina es una extraordinaria y sutil líder política. Ha mostrado, en los años de gestión, enormes cualidades, no sólo discursivas, sino también consecuencia y convicción a la hora de implementar políticas audaces y a la hora de sortear momentos de extrema dificultad. Por supuesto, Néstor Kirchner es una figura insustituible y su pérdida resulta irreparable. Nadie puede hacer de Kirchner, pero seguramente surgirán experiencias colectivas, hombres y mujeres que estén en condiciones de operar y trabajar en esas zonas que siempre serán tumultuosas y conflictivas, debido a la naturaleza y la complejidad del peronismo. También hay que decirlo: el peronismo ya no se escribe a secas. Ahora lo acompaña otro nombre, caudaloso, que también habrá que repensar. Ese otro nombre es el kirchnerismo. El nombre de Kirchner viene a reconstruir una tradición que había sido desolada, fragmentada, envilecida, prostituida.
Los Kirchner eran una sociedad política basada en una fidelidad indestructible, en la imposibilidad de la traición. La ausencia de Kirchner, ¿es posible que fuerce a Cristina a cambiar ciertas formas de relacionarse con el mundo político?
Cristina sabía que sus espaldas estaban absolutamente custodiadas por aquella persona por la que ponía las manos en el fuego. Lo dijo en alguna oportunidad: “Yo solamente estoy casada con Néstor Kirchner”. Esto no significa que alrededor de Cristina antes, ahora y seguramente mañana no haya un grupo importante de hombres y mujeres con tradición militante, con participación activa en la gestión que sean garantes de esto que podríamos llamar “la protección de Cristina”. Eso, de alguna manera u otra, está. Y a eso hay que agregarle la reconstrucción de una base de sustentación popular, que no tenía y que creo que fue el gran logro de los últimos meses. Si leemos de nuevo lo que significaron los festejos del Bicentenario, ahí ya podríamos vislumbrar la emergencia de una multitud que devenía pueblo y revertía la imagen de un gobierno aislado.
El sostén del proyecto, no obstante, estará en el PJ y su estructura. Más aun cuando el Peronismo Federal parece haber caído en desgracia. ¿Lo ve así?
Hay un corte tremendo que se produce con ese acontecimiento único que fue la muerte de Kirchner. La intensidad política y emotiva que se desplegó durante su despedida y el modo como emergió de ahí la figura de Cristina Fernández, hace que la Presidenta se vuelva intocable dentro del peronismo. Hay una dimensión única de dramaticidad, de intensidad, de aura, como no existía en la Argentina desde hacía décadas. Claro, eso no significa que no haya conjurados, fugas, complot o movidas extrañas. Pero lo que emergió de ese acontecimiento fue algo tan fuerte, generó un caudal simbólico y material de intensidad tan grande, que va a ser difícil ir contra Cristina desde adentro del PJ.
¿Es posible pensar en la posibilidad de que conforme una identidad política que trascienda simbólica y materialmente a sus líderes? Estoy pensando en 2011, pero también en 2015.
Imaginar un movimiento político sin liderazgo es pensar en Suecia. Y esto no es Suecia. Todo movimiento de transformación, sobre aquel que arraiga en memorias populares significativas, proyecta sobre algunos individuos esa potencia. Ese liderazgo, en el kirchnerismo, que nació con Néstor y Cristina aparece hoy como la emergente única. Por otra parte, hay un pasaje mítico del nombre de Kirchner que permitirá sostener el liderazgo de Cristina. Ahora, es cierto: si este movimiento no quiere agotarse en Cristina tendrá que producir un relevamiento de liderazgo. Por ejemplo, si Cristina gana en 2011, no podrá repetir en 2015. Entonces, en algún momento, tendrá que habilitarse un sujeto más colectivo y generar las condiciones para que el liderazgo de Cristina pueda, al mismo tiempo, apoyarse en otros liderazgos, que surjan en el interior de esta experiencia histórica.
¿Lo ve posible?
Si se dará o no, lo dirá la propia dinámica histórica. Un líder no es una construcción artificial, no se inventa. Sí tengo la sensación de que el último Kirchner ya veía este tema. Cuando decía “que florezcan mil flores”, que se multipliquen las organizaciones y habilitaba a que todos se organizaran, creo que ya estaba viendo la necesidad de darle volumen organizativo a este momento histórico. Y lo hacía con una cualidad importante: no darle a ese volumen organizativo un sentido unívoco, estrecho, uniforme, sino más bien una impronta capaz de recoger la diversidad de tradiciones que habían convergido en el kirchnerismo.


La “anomalía” de los Kirchner
La anomalía argentina es el último libro de Ricardo Forster. Editado por Sudamericana, agrupa una serie de ensayos publicados en diferentes medios periodísticos durante los últimos años. Atados a la coyuntura política pero con una impronta que la excede, estos textos le permiten discutir trazos gruesos de la historia política de las últimas décadas y, sobre todo, encontrar las rupturas que el kirchnerismo generó en el sistema político y la cultura popular. El conflicto del gobierno nacional con el sector agropecuario, los contenidos “destituyentes” de cierta oposición y las estrategias de algunos actores para encabezar una restauración conservadora son algunos de los temas que aborda. “Néstor Kirchner fue a contrapelo de las fuerzas inerciales de la Argentina. Por eso digo que su irrupción figura en el orden de lo inesperado, lo anómalo y lo excepcional. Leyó que algo fundamental había sucedido a finales de 2001, que el país exigía un tipo de acción y de intervención histórica que viniese a transformar esa inercia de desolación y de fragmentación”, sostiene Forster al hablar con Debate sobre el contenido del libro. Y agrega: “El discurso del 25 de Mayo de 2003 rompe la monotonía, el relato dominante, tanto hacia el pasado como hacia la manera de resolver la crisis. Habilita de nuevo la discusión sobre el pasado, como una dimensión en litigio y de justicia, y también habilita el futuro, que estaba absolutamente en penumbra. Lula lo dijo con una frase muy clara: ‘Kirchner les devolvió la autoestima a los argentinos’. Y es cierto”.


1 comentario:

  1. BLOG DE HUMOR K - DIALOGO PERON Y KIRCHNER :PERON:"Ya que estás recién
    llegado de la Tierra, decime ¿aún no se sabe que pasó con mis
    manos?"KIRCHNER: "Ah ¿ud tampoco tiene idea? Yo pensé q las había puesto
    en el cuello de Menem" PERON: "Ya q ...ue hablamos de traidores, ¿cómo
    se te .ocurrió ponerle a Cobos de vice de C ... ...risti ...na?"KIRCHNER:
    "¿Y por casa como andamos?¿O ya se olvidó de la fórmula
    Perón-Isabelita?" PERON:"Tenés razón.Parece que los peronistas para
    elegir vice somos peores que Silvio Soldán eligiendo novia. A propósito:
    ¿será verdad que Dios le está haciendo sentir culpa a Cobos para ver si
    se suicida?"KIRCHNER:"Ojalá.Pero no abrigo muchas esperanzas. El tipo
    es muy contradictorio.Pero te voy a contar un secreto que se vino a la
    tumba conmigo. ¿Te enterastes que la Legrand se avivó de que mi conja
    era demasiado pequeño? Sucedió que los gorilas advirtieron mi maniobra y
    ladesbarataron cambiándome elcajón .El que yo tenía previsto emplear
    erael doble de grande. Mi idea era que lo inviten a Cobos a mis exequias
    y,en el momento del último adiós, manotearlo y traermelo para acá
    conmigo. Pero se ve que algún infiltrado lo alertó y el cagón se rajó en
    helicóptero a su Mendoza natal" Aquí a Perón se le ocurre una idea para
    desembarazarse de Cobos, pero para eso vas a tener q leer el blog.Y si
    te agrada hacete miembro, identificándote con tu cuenta de google o
    yahoo donde dice ACCEDER
    http://www.kikitodulce.blogspot.com/

    ResponderEliminar