LA ALEGRÍA PERONISTA

martes, 7 de septiembre de 2010

SEGUÍ PONIÉNDOLE GARRA, DALE...





-Si yo tuviera tu edad, Pablo, no sería kirchnerista, pero no sería antikirchnerista, sería amigo de los kirchneristas, y los correría por izquierda, acabás de cumplir 19 años, hay un mundo por pedir: la agenda que ya hizo el kirchnerismo es la que presentaba Patricia Walsh, candidata nuestra, de Izquierda Unida, en el 99, y más aún. No te quedes. No, no hace falta. No te hagas cargo. Y hacete cargo. Viví en tesión, disfrutá, enamorate más de Johana, bailá en todas las peñas, rebuscate la cabeza para entender cómo mierda, estos rebeldes tarados, José, yo, tu vieja, nos vamos y volamos a la mierda y estamos y bancamos, y somos, ya sabés, bastante simples, de tallarines y vinos baratos, una larga carcajada, y ayudarnos, desde hace años, entre nosotros. Fijate. Manejalo.
El Betta sufriò y mucho la dictadura, no se come cualquiera, y mirá, miralo, tiene muchos dolores, gente concreta, familiares, a ver, no sé cómo decirlo, lo sabés, miralo al Betta, a sus sesenta años, se caga de risa.
Carrasco a sus 32, siempre de fiesta, se caga de risa. Fijate, de verdad, sobretodo en el Betta, hay un insondable ahí, contiene tanta historia de este país, del verdadero país.
Mandá a todos a la mierda. No respetes a la policía, a los decanos, a los que tienen empleadas domésticas. No los tomes en serio. Sé lo mejor de la clase media, disfrutalo, dejá de tener miedo. Escupí al cielo, escuchá buenas bandas, esas que nosotros no conocemos ni entendemos.
Entendenos el esfuerzo que hacemos, por entenderte, pero, sé que me querés, por muchas cosas, vos venías del campo y eras re pibito, yo te llevaba a los bailes, entendeme cuando te digo que no me hagas caso, correme por izquierda, puteame, mandame a la mierda, tirame una piña a mis certezas, sino sos vos, quiénes, los hijos "de" que pueblan ministerios, y nosotros los huérfanos a remarla, naaaa, ellos, bueno, sabés, que tienen cbu, convicciones idiotas, fanáticas, torpes, gente que no sabe lo que quiere, así, Pablo, no hay rock. Y, una cosa: el rock, ya fue, pero creé en lo tuyo, golpeá la baterìa con odio, con esperanza, con futuro. Como si fuera la última cosa que importara en la vida. El resto, mirá, va y viene, los golpes a la batería, cada puñetazo tuyo, es lo genuino, éso sí sos vos. Mirá mi buzo, mis zapatillas, mi jeans. Y qué. Pablo, en serio, nunca le des importancia a esas cosas. Mientras todo acontece no puede ser que te sientas confundido por escuchar nuestras conversaciones.
Quiero decirte una cosa, porque sabés que desde que sos re chiquito fuimos juntos adonde sea, y cuando tengas mi edad lo vas a entender, traté siempre, no sé si lo logré, de adaptarme, de entenderte, quiero que sepas que nunca jamás espero que pienses como yo. No, no, y no.
Cada vez que me puteaste, que me corriste por izquierda, que yo hice una mueca de dolor, que sí, sí, me dolió, es verdad, pero cada vez que hiciste eso, yo me sentí muy orgulloso de vos.
Muy orgulloso.
Quería decirte eso.

1 comentario: