LA ALEGRÍA PERONISTA

domingo, 6 de junio de 2010

200 años de periodismo. El desafío es multiplicar los propietarios de medios


Por:
Jorge Coscia, Sec. de Cultura de la Nación

El periodismo argentino se enfrenta en su aniversario a una nueva encrucijada. Si la última dictadura implicó para los periodistas desprenderse de la censura estatal del régimen autoritario, hoy el desafío pasa por independizarse de los grupos concentrados que restringen la pluralidad de voces y subordinan el trabajo periodístico a la lógica de sus intereses. Honrar la profesión de la libertad de expresión y el ejercicio de la crítica o reproducir como escribas los lineamientos del propietario del medio. Esa es la cuestión.
Porque la libertad de expresión, la verdadera, no la declamativa, está determinada por la posibilidad de que enormes sectores de la sociedad puedan acceder a la propiedad de medios de comunicación. Multiplicar propietarios, eso que hoy está concentrado, es el desafío democratizador y pluralista. Por eso, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual votada en ambas cámaras, con su espíritu profundamente anti-monopólico, garantiza una genuina libertad de expresión. Su demorada ejecución, por burdos planteos judiciales que impugnan el proceso más deliberativo y abierto a la participación popular del que se tenga memoria, está a la espera de que la Corte Suprema de Justicia más independiente que se recuerde desde la recuperación de la democracia a la fecha se expida. Todas las miradas apuntan a ella. Las de los trabajadores del periodismo, sobre todo, porque saben que en esa batalla se juega en gran medida el futuro de la profesión. ¿Cómo se explica sino la participación activa y decidida de miles de jóvenes estudiantes de periodismo pujando para que se ejecute esta nueva ley?
En la Argentina, a lo largo de sus 200 años de vida, se ha puesto en cuestión absolutamente todo. El Ejército, la Iglesia, los políticos, los sindicatos, los bancos, el rol de la burguesía nacional. Es una suerte y habla muy bien de nuestra deliberación democrática. Hasta antes de la discusión de la Ley de Servicios Audiovisuales parecía ser que lo único que no se podía discutir era el rol de los medios de comunicación en una sociedad democrática y moderna. Hemos roto los argentinos ese tabú. Es tarea entonces de los periodistas, los trabajadores de la palabra escrita y oral que hoy saludamos, profundizar el debate al interior del gremio, y de cara a la sociedad, acerca de qué rol van a cumplir en el deseo de todos de hacer de este país uno más libre, más justo y más soberano.

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