LA ALEGRÍA PERONISTA

domingo, 20 de octubre de 2013

El kirchnerismo, la fuerza más votada




Ricardo Rouvier.
Significa también una diversidad y acumulación de problemáticas, que implican un gran desafío para el gobierno local al que se suma la mirada siempre atenta del nacional. No obstante ello, el dato curioso, que genera suspicacias, es que nunca, a través de las urnas, un gobernador alcanzó la primera magistratura nacional y un intendente tampoco. ¿Persistirá este presagio en 2015?

 
El escenario bonaerense se modificó sensiblemente con la incorporación de Sergio Massa a la competencia, que se agregó a la presencia de la alianza de la UCR con GEN –conformaron el Frente Progresista Cívico y Social–, y Francisco de Narváez en posición claramente opositora, además de la izquierda y otras expresiones. La competencia legislativa señaló desde el comienzo la ventaja de Massa sobre el resto. Y eso le permitió aspirar a un porvenir que trasciende el distrito provincial y que apunta a 2015. No va a transitar por la avenida del kichnerismo.
 
La reacción del Frente para la Victoria (FPV) al elegir a un buen candidato como Martín Insaurralde y ponerlo al frente de la boleta condicionaba también su performance al conocimiento del candidato. Posicionamiento que hoy sigue en una carrera contrarreloj; en esa carrera, de la mano de Cristina Fernández y Scioli, cosechó algunos puntos porcentuales. A la fecha, la distancia entre Massa e Insaurralde no alcanza los dos dígitos, pero resta una semana decisiva en la batalla comunicacional.
 
La performance del Frente Renovador en las PASO estimuló a toda la oposición que quiere dar por finalizado el "ciclo K". Pero el kichnerismo lucha por su continuidad, y está ante un momento estratégico clave.
 
Entre las PASO y ahora, se registraron algunos cambios tácticos en el desarrollo de la campaña del FPV que significó, entre otras, independizar a la presidenta de las vicisitudes distritales. El kirchnerismo sigue confirmándose como la organización política más votada, y se incrementa la imagen positiva de Cristina desde antes de su internación, aunque esto no incide en el voto. La fuerza que lidera De Narváez –Frente Unidos por la Libertad y el Trabajo– se convirtió en tributaria del massismo, y el espacio claramente no peronista liderado por Stolbizer y Alfonsín conserva sus votos.
 
Todos estos acontecimientos tienen por telón de fondo una controversia central en relación con los interrogantes sobre el futuro del "proyecto", y que tiene su conclusión institucional en 2015. Hay más actores en el espacio anticiclo, son corporaciones que no van a elecciones, que hacen la política por recovecos en que no interviene la soberanía popular. 

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