Por Manuel Barrientos Diputada nacional y candidata a gobernadora por el FPV, Rosana Bertone expone su plataforma electoral y critica la gestión de Fabiana Ríos |
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Nacida en la provincia de Entre Ríos, Rosana Bertone se radicó en Tierra del Fuego poco tiempo después de recibirse como abogada en la Universidad del Litoral. Luego de tres mandatos consecutivos como diputada nacional, se postula como gobernadora por el Frente para la Victoria en las elecciones que se realizarán el próximo domingo 26. Con el joven militante de La Cámpora, Martín Pérez, como compañero de fórmula, la candidatura de Bertone cuenta con el respaldo de la presidenta Cristina Fernández. ¿Cuáles serán los ejes de un eventual gobierno del FPV en Tierra del Fuego? Es imperioso resolver el tema del agua potable en Ushuaia, porque hay barrios y urbanizaciones completas que tienen este problema. Incluso hay viviendas que son construidas por el Estado y que se entregan sin el sistema de agua potable. También necesitamos unos 110 millones de pesos para la ampliación del gasoducto. En el caso de Río Grande, si bien tenemos una gran reactivación industrial después de la ley de impuestos internos que propició Cristina Fernández, uno de los grandes desafíos es la cuestión ambiental. Además, tenemos que concluir una obra de vieja data, como el Puerto de Río Grande, para que la industria se vea realmente fortalecida. ¿Qué balance hace de la gestión de Fabiana Ríos? Se trata de una gestión muy deslucida. La gente depositó mucha esperanza al principio, porque se venía de procesos institucionales complejos y ellos prometieron algo que denominaban como “una revolución en paz”. Sin embargo, estuvieron muy alejados del gobierno nacional al comienzo, por sus propias cuestiones ideológicas. Nosotros quisimos realizar aportes y no fuimos escuchados. Después trataron de revertir esta cuestión, pero en una situación de mucho encierro hacia su propio partido, incluso perdiendo aliados importantes, como los sectores sindicales. También hubo una fuerte persecución política al empleado público. ¿A qué tipo de persecución se refiere? Sospechaban de cualquier persona que estuviese en la función pública. Muchas personas han sido cambiadas de áreas o perseguidas. En este último tiempo, se vivió una masiva incorporación de profesionales de Rosario a la planta política y administrativa del Estado, con pseudoconcursos, que han caído muy mal en la administración pública provincial y en la ciudadanía fueguina. Son personas que tienen un gran desconocimiento de la realidad de la provincia, y ésta fue una de las cuestiones que entorpeció el desarrollo de la gestión en muchas áreas. ¿Pero en los últimos dos años se registró una recuperación de la imagen de la gestión de Ríos? Hubo cierta recuperación, que se debe a las políticas aplicadas por el gobierno nacional. La política de desendeudamiento que llevó adelante la Presidenta con las provincias argentinas, favoreció enormemente a Tierra del Fuego. También generaron grandes beneficios la creación de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, la ley de industrias y el fideicomiso austral, que permitió que la provincia perciba regalías de los hidrocarburos. Es un convenio que Fernando de la Rúa había firmado en 2001, pero que no se había cumplido nunca. Y la Presidenta reparó esas deudas. Esas políticas ponen a Tierra del Fuego en una situación muy distinta, pensando las obras de infraestructura para un plazo de 40 o 50 años. Usted tiene 39 años, ¿por qué eligió a Martín Pérez, de 31 años, como compañero de fórmula? Con la incorporación de Martín Pérez en la fórmula, apuntamos a impulsar el arraigo de los jóvenes, que es uno de los problemas que tenemos. Queremos revalorizar al fueguino joven, que tiene una carrera universitaria y regresa a la provincia, y que sin embargo muchas veces no es convocado. También queremos mostrar ese impulso que Néstor Kirchner le dio a la participación de los jóvenes en la política. A su entender, ¿cuál será la postura del senador José Martínez (Nuevo Encuentro) y de Adrián Fernández (PJ) ante un eventual ballottage? No estamos apostando a arreglos cupulares, de partidos o de dirigentes. Obviamente, no somos necios y sabemos que necesitamos el acompañamiento de la mayor cantidad de sectores políticos, que tal vez no nos apoyen en una primera vuelta pero sí en un eventual ballottage. Pero apostamos al contacto directo con el ciudadano y a una construcción muy transversal de nuestro espacio. Nuestro frente está compuesto también por radicales, gente del Movimiento Popular Fueguino y ciudadanos independientes. Las encuestas indican que el gobierno nacional tiene un 80 por ciento de evaluación positiva en Tierra del Fuego, ¿qué causas encuentra para esos niveles de aprobación? No se trata de un fenómeno actual, aunque en los últimos años podría decirse que ese apoyo popular aumentó por las políticas nacionales que se aplicaron en la provincia. Pero el afecto de los fueguinos hacia Néstor Kirchner y Cristina Fernández siempre fue muy alto. Su gestión como gobernador siempre fue muy valorada aquí, y se lo veía como un presidenciable cuando muchos ni siquiera lo conocían en el resto del país. Con la gestión en la Nación, este fenómeno se consolidó, y hoy la Presidenta tiene un 85 por ciento de intención de voto en Río Grande; y entre un 47 y un 60 por cierto, de acuerdo a la encuestadora, en la ciudad de Ushuaia. La gobernadora Ríos afirmó que tiene una “excelente relación” con la Presidenta, ¿cuál es su vínculo con Cristina Fernández? Un gobernador siempre debe tener una buena relación con el Ejecutivo Nacional. Pero Ríos desaprovechó sus primeros años de gestión, debido a su cercanía con Elisa Carrió y con Hermes Binner. Quienes integramos el Frente para la Victoria en Tierra del Fuego, siempre sentimos el apoyo de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández. Más allá de mi relación personal con la Presidenta, nuestro orgullo radica en que, cada vez que le planteamos un tema concreto, ella siempre se mostró dispuesta a resolverlo y ha dado más de lo que solicitamos, porque conoce los temas de la provincia en profundidad. Con Cristina Fernández, la Patagonia tiene hoy una defensora como no ha tenido nunca este territorio, que fue considerado durante décadas como el patio de atrás de la Argentina.
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