LA ALEGRÍA PERONISTA

domingo, 26 de septiembre de 2010

El país suma protagonismo internacional al ser designado presidente del G-77



Misión de la Presidenta en la ciudad de Nueva York. Tras participar de la Asamblea General de la ONU, Cristina Kirchner recibirá el martes el encargo oficial de presidir el año próximo, por primera vez, el organismo que agrupa a 130 países emergentes y a China.

La Presidenta argentina ha entrado por la puerta grande a Nueva York durante estos días. El jueves, cuando el presidente Barack Obama, inauguró la 65º Asamblea General de la Organización de la Naciones Unidas (ONU), Cristina Fernández de Kirchner se emocionó al escuchar sorprendida que el mandatario estadounidense hacía un reconocimiento formal de la lucha llevada a cabo por las Madres de Plaza de Mayo, cuya batalla comparó con la de los sudafricanos contra el apartheid.
Después, compartió la mesa con él y, al día siguiente, dio su discurso ante los jefes de Gobierno de los 192 países representados en Naciones Unidas.
La coronación de este viaje a Nueva York tendrá lugar este martes 28, cuando reciba oficialmente el encargo de presidir, desde el 1º de enero de 2011, el Grupo de los 77.

Creado en el seno de la ONU, en 1964, el G-77 está compuesto por 130 países en vías de desarrollo de las zonas geográficas más dispares del mundo, a los que se suma China. En total, representan a las dos terceras partes de los miembros de la ONU y al 80 por ciento de la población mundial. El objetivo de este organismo es que sus miembros puedan apoyarse mutuamente ante problemas comunes que los afectan y sobre los cuales se toman decisiones en Naciones Unidas.
Hace más de dos décadas, el G-77 + China llegó a un acuerdo para establecer entre sus integrantes un tratamiento preferencial sobre temas tales como concesiones arancelarias y productos agrícolas e industriales. Con sedes tanto en Nueva York, como en Ginebra, París, Viena y Roma, también coordina programas de cooperación comercial en agricultura, energía, alimentación y finanzas, que son posteriormente implementados por los llamados Comités de Acción.
En mayo pasado, por ejemplo,
el presidente boliviano, Evo Morales, presentó en la ONU ante el G-77 + China las conclusiones sobre biodiversidad de la Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra, que había tenido lugar en abril en Cochabamba, Bolivia, y de la que participaron representaciones de 140 países. Ante ese auditorio, Morales recordó que las 130 naciones miembros del G-77+China son las que menos contaminan el planeta pero que, sin embargo, son las más afectados por el calentamiento global, por lo que abogó por un mayor esfuerzo entre los Estados miembros para llevar posturas comunes dentro de Naciones Unidas.

También en el G-20.

Cristina Kirchner adelantó en Nueva York que la Argentina se esforzará por establecer nexos sólidos entre los países emergentes y en vías de desarrollo, con los países desarrollados, aprovechando que es la primera vez que al frente del G-77 se nombra a la jefa de un Estado que es miembro, a su vez, del G-20.

En este último organismo convergen los siete países más industrializados del mundo y Rusia (G-8), la Unión Europea como bloque, y 11 países emergentes recientemente industrializados. Argentina es uno de ellos, junto a Brasil, México, Australia, Arabia Saudí, China, India, Indonesia, República de Corea, Sudáfrica y Turquía.
Desde 2009, el G-20 le ha arrebatado al G-8 el protagonismo en los debates sobre los grandes lineamientos de la economía mundial.
Ese hecho y el que la Presidenta argentina haya sido elegida para presidir el G-77 durante 2011, sitúa a nuestro país en ámbitos claves donde se están decidiendo las políticas económicas, financieras y comerciales en el orden mundial.
Al anunciar algunas de sus futuras acciones al frente del G-77, Fernández de Kirchner afirmó: “Intentaremos explicar la experiencia pionera que hemos tenido en materia de reservas del Banco Central, en un momento en que en el mundo se está discutiendo qué roles deben cumplir esos fondos”.
Por su parte, el canciller argentino, Héctor Timerman, le anunció al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, que la Argentina llevará a la próxima cumbre del G-20 en noviembre, en Seúl, la capital de Corea del Sur, “la voz de los países de la región”.
En cuanto al tema de la seguridad nuclear, Timerman recordó que Obama ha propuesto que Buenos Aires sea la sede de la próxima cumbre de expertos sobre el tema, en diciembre próximo.
En su diálogo con el secretario general de la ONU, el canciller volvió a denunciar las preocupantes actividades hidrocarburíferas que lleva a cabo el Reino Unido en las islas Malvinas, a las que calificó de “unilaterales e ilegales”. Según informó, obtuvo el compromiso de Ban Ki-Moon de que hará todos los esfuerzos necesarios para facilitar el diálogo entre Buenos Aires y Londres.
En paralelo a las actividades de Cristina Fernández y el canciller en Nueva York,
Néstor Kirchner también desarrolló durante estos días su propia agenda en esta ciudad, en su carácter de secretario general de un organismo regional de creciente protagonismo en América Latina y el Caribe, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).

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