LA ALEGRÍA PERONISTA

miércoles, 21 de julio de 2010

El Muro de Clarín.

ESCRITO POR LUCÍA PARRINI LUNES, 19 DE JULIO DE 2010 12:38 PDFImprimirE-mail
El Muro de Clarín

La Argentina es hace años, décadas ya, un país sesgado. Millones de personas viven una realidad condicionada por el filtro del Gran Muro. Se levantan y leen el diario, prenden la tele o prenden la radio y se nutren de la información que pasó el control. Las pocas personas que osaron ir contra o siquiera se interpusieron a los intereses del Muro, pueden dar fe de una experiencia poco digna de recordar. Ya no podemos hablar de monopolio.Tener varias empresas en un mismo rubro es monopolio, controlar la oferta y demanda de un producto o servicio es monopolio, pero cuando hablamos de la adquisición sospechosa –presuntamente fraudulenta- de algunas de sus empresas, la obstrucción de la justicia – por ej. en los exámenes de ADN-, el control sesgado de de la información circulante -subordinado a sus negocios- , la manipulación del precio de las acciones de Grupo Clarín en el mercado de valores y el sinfín de consecuencias que cada una de esta acciones trae a en el ámbito económico, social y político de una Nación, entonces ya no podemos hablar de monopolio. La denuncia de Sbatella, presidente de la UIF, no hizo más que confirmarlo. Ahora la Comisión Nacional de Valores y la Fiscalía General ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial piden la intervención de la Corte.

Una vez más, la novela de G. Orwell 1984 pierde ficcionalidad, para volverse una clara muestra de lo maleable que es la materia que compone la realidad de una sociedad. Quien controla la información lo controla todo.

En el comienzo fue el control del Papel

La oportuna y dudosa muerte del socio controlante de Papel Prensa SA, David Graiv

er, el 7 de agosto de 1976 y el secuestro de la viuda, Lidia Papaleo, en manos de las Fuerzas Armadas, ponen bajo la lupa la adquisición del control de la compañía por Clarín, La Nación y La Razón, ocurrida en aquella época. Ya por ese entonces Papel Prensa constituía un bastión estratégico que concentraba la venta del papel de diario.

El Juez Daniel Rafecas dio el primer paso al encarrilar la denuncia presentada en sede penal para que se investiguen esos hechos, cuando se declaró incompetente por entender que se trataría de un delito de lesa humanidad, que debía ser examinado por el juez que acumulaba las causas relativas al "circuito Camps" sobre los hechos ocurridos en Puesto Vasco.

Luego el control del cable

En diciembre de 2001 Multicanal y su controlante Grupo Clarín clamaban el auxilio de los jueces y de los legisladores para salvar a la empresa de cable del asedio de los fondos buitres. Multicanal había emitido cientos de millones de Obligaciones Negociables en dólares, que debía abonar en dólares, mientras la compañía tenía ingresos en pesos abruptamente devaluados.

La crisis económica y social que paralizó los mercados había dejado a Multicanal ante la imposibilidad de atender los pagos. Los fondos especulativos extranjeros contaban con abundancia de liquidez para comprar los títulos a muy bajo precio. Si alcanzaban a apropiarse de cierta cantidad podrían tomar el control de la empresa.

La homologación del Acuerdo Preventivo Extrajudicial de Multicanal permitió reducir la millonaria deuda aplicando quitas y esperas a los obligacionistas, en virtud de la conformidad prestada por una mayoría de acreedores. Las condiciones de emisión de los títulos exigían la unanimidad.

Tras el exitoso APE de Multicanal –o sea, de la exitosa transferencia de deuda a los ahorristas e inversionistas- Cablevisión SA emprendió el mismo camino. Esta vez con algunos contratiempos, pero con el auxilio de la justicia terminó con éxito, para la compañía.

Más tarde, la Bolsa

Cuando todavía no se había homologado el APE de Cablevisión, los accionistas de Grupo Clarín salieron a vender sus propias acciones de $ 28 a $ 35, levantando U$S 540 millones en el mercado local y la plaza de Londres. Con la ayuda de su socio Goldman Sachs y las inefables calificadoras de riesgo, la venta de títulos sobrevaluados fue un éxito rotundo.

A los pocos meses, la acción de Grupo Clarín se desplomaba a $ 6. Actu

almente oscila entre 11 y 12.

En una nota anterior, informamos que Consumidores Financieros Asociación Civil para su Defensa promovió una demanda colectiva enreclamo de la diferencia millonaria obtenida por la venta de acciones que califican de sobrevaluadas. Éstos no atribuyen la caída en picada del precio a los vaivenes propios de las finanzas, ni a la repercusión de la crisis global, sino que habría sido generada por los ocultamientos y engaños sobre información relevante que contenía el prospecto de emisión, es decir, el texto de la oferta que se formuló a los inversionistas y ahorristas para que adquieran los títulos. El conocimiento posterior de los datos reales habría causado la bajada en tobogán.

Ahora la UIF se constituye como querellante y denuncia esa misma maniobra -que anticipáramos- como uno de los delitos previos a una operatoria de lavado de dinero en la que habría intervenido el JP Morgan como agente colocador.

Finalmente, la impunidad...

Durante décadas los socios controlantes de Papel Prensa SA, Grupo Clarín y la Nación, adquirían el papel de diario a un precio preferencial 40% menos que el resto de sus competidores. Una escandalosa competencia desleal, considerando que la empresa tenía el monopolio del pap

el que necesitaban los demás diarios y revistas para subsistir. Muchos señalan este artificio como uno de los tantos que permitió al Grupo Clarín ir debilitando a su competencia y, en algunos casos, apropiarse de empresas de medios gráficos del interior que sumó a la órbita planetaria del conglomerado.

Cuando la Comisión Nacional de Valores intentó poner coto al desorden administrativo imperante en Papel Prensa SA declarando irregular una reunión de directorio porque no se había labrado el acta respectiva, los jueces de la Sala C de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, Juan Garibotto, José Luis Monti y Alfredo Kolliker Frers dictaron un fallo que hizo las delicias de las primeras planas de los controlantes de Papel Prensa, al descalificar el actuar de la CNV: “tras una vertiginosa actuación administrativa de escasos diez días hábiles desde que se iniciara ex officio, sin dar ocasión a la sociedad recurrente de ser oída en forma alguna...”.

Otro detalle insólito, sino alarmante, fueron las objeciones que realizaron sobre las atribuciones legales que tiene la CNV en denostación del "poder de erigirse en una suerte de juez respecto de todas las actuaciones internas de las sociedades privadas sujetas a su control, incluso sin ninguna denuncia previa ni imputación concreta..." y que "omite explicitar la imprescindible correlación entre el contenido de la decisión y sus atribuciones propias...".

Voces de alarma

Tanto la CNV como la Fiscalía General ante la Cámara de Apelaciones en lo Comercial interpusieron sendos recursos extraordinarios pidiendo a la Corte que revoque el fallo. Allí pusieron de relieve que en reiteradas oportunidades en que la CNV había ejercido esa facultad, tanto la Cámara Comercial como la Corte, habían reconocido las atribuciones que ahora el fallo le niega a la CNV.

Es decir, para revocar lo resuelto los jueces debieron apartarse de la jurisprudencia entonces reinante, aunque ocultándolo. En ningún momento explicaron por qué dejaron de lado la doctrina de la Corte y de sus propios fallos, vigente hasta entonces, y en las que la CNV había basado su accionar. La CNV y la fiscalía destacan que Papel Prensa había tenido reiteradas oportunidades de explicarse y que todas las pruebas de las que se intentaba valer estaban incorporadas a la causa.

Del Muro de Clarín

Por años lograron pactar con los distintos gobiernos de turno, ampliando cada vez más su control sobre las redes de la información. Así también habían creído hacerlo al asumir los Kirchner. Pero luego se llevaron una sorpresa.

Hasta entonces la mayoría de los argentinos creíamos vivir una realidad única, la que mal o bien surgía del conjunto de nuestras elecciones. Sin embargo las investigaciones desarrolladas en los últimos tiempos, revelan una y otra vez la falacia oculta detrás de esto: lo que no se nombra no existe, diría Wittgenstein.

No se habló durante 34 años de las misteriosas adquisiciones de acciones de Papel Prensa SA, a precios demasiado convenientes, mientras los vendedores eran secuestrados, amenazados, torturados; no se habla de quienes ayudaron a mantener el silencio sobre la brutal represión lindante con el genocidio en sus posiciones estratégicas, como los titulares y directores de los medios de comunicación; nadie cuestionó la misteriosa fluctuación de los precios de acciones de bolsa de Grupo Clarín SA que dejó repletos los bolsillos de unos, mientras se vaciaban los fondos

destinados a millones de jubilados al esfumarse los fondos de las AFJP; no se menciona el fraude en la fusión cablevisión-multicanal, y aún no es posible determinar las raíces genéticas de hijos sustraídos hace tiempo.

La Argentina clama haber dejado atrás los regímenes dictatoriales que por momentos no cesaban de resurgir, una y otra vez bajo formas distintas. La última habría sido extinguida en 1983. Y sin embargo, casi 30 años después muchos siguen sin saber que el Monopolio es la Dictadura del Mercado, y el ocaso del derecho.

Para muchos “El Muro de Clarín” será una metáfora más; a todos ellos encomiendo, con urgencia, la lectura de 1984.

Mientras que a los que creen a los interesados defensores del monopolio multimedio cuando hablan de libertad de información, les ofrezco una simple reflexión: ¿alguna vez se preguntaron de qué lado del muro realmente están?

NOTAS RELACIONADAS:

- Fallo Papel Prensa: el secreto de tus obiter dictum

- Papel Prensa, la disputa: ¿venta real o el precio del silencio?

- La pelea por los medios: la historia de un imperio

- Goldman Sachs y Grupo Clarín: ¿el saqueo local?

- Operaciones que atentaron contra las prestaciones jubilatorias de los argentinos [El caso de un arrepentido - Parte II]

Share

No hay comentarios:

Publicar un comentario