LA ALEGRÍA PERONISTA

sábado, 24 de abril de 2010

Aníbal Fernández en Revista 23


Aníbal Fernández en Revista 23

Aníbal Fernández

“Clarín sólo pelea por sus negocios”

Por Adrián Murano y Graciela Moreno

Aníbal Fernández tiene un switcher que le permite alternar el sonido de los seis plasmas que decoran una oficina ascética: dos mesas de reunión, una repisa con imágenes religiosas, una notebook y las seis teles prendidas en canales de noticias. En eso es un hombre consecuente, Fernández: dice que “el poder es tener información”. Y un jefe de Gabinete, claro, maneja mucha información.

Aborto, Clarín, peronismo, matrimonio gay, Botnia, renta financiera, blogs, autocríticas, politiquería y política. No hay tópico que sorprenda al ministro en offside. Por eso los gobiernos K –Néstor Kirchner primero, Cristina Fernández después– lo eligieron como el espadachín mediático de sus gestiones. La tarea, parece, lo colmó de seguidores: “En Facebook tengo 5 mil contactos, que es el máximo posible, y en otra página otros 6.965. No está mal, ¿no?”, se enorgullece el ministro, quien la próxima semana lanza blog propio con reflexiones, videos y otras ofertas. “La idea es que sean post breves, bien cacerolas, cacerolas”, explica, en clave barrial. A veces ingeniosas, otras reflexivas o pendencieras, siempre picantes, las definiciones del ministro sacian a los tituleros más exigentes. Pase y vea.

–En una semana tan agitada, es imposible eludir el minuto a minuto de la coyuntura. Primer tema: ¿qué ocurrirá con la reforma del impuesto al cheque?

–El artículo 75 de la Constitución en su inciso tres es claro: en el Senado debió votarse con la mayoría del cuerpo. (Julio) Cobos hizo una interpretación equivocada y lo envió a Diputados. Fellner consultó a especialistas y le devolvió el tema a Cobos, como corresponde, porque la reforma fue mal sancionada. Entiendo que la ley debería ir a archivo.

–Pero Cobos reincidió en el envío de la media sanción a Fellner. ¿Esperaban esa decisión del vicepresidente?

–Cada uno se hará cargo de sus decisiones.

–Hebe de Bonafini anunció que le iniciará una demanda por mal desempeño y pedirá su juicio político. ¿Acompañará ese pedido?

–No hablé nunca de semejante cosa, no creo que yo tenga que participar de algo así.

–También se convocó a una marcha para pedir la renuncia de Cobos.

–Hay que escuchar a todas las expresiones populares.

–¿Las críticas del oficialismo no contribuyen a victimizar a Cobos frente a la sociedad?

–Yo no mido por si se victimiza o no, son todos análisis de laboratorios que a mí no me interesan. He tenido una relación personal muy buena con Cobos, que se ha deteriorado por su inconducta política. Cada vez que tengo oportunidad comento y lamento el gesto de traición que ha tenido con la Presidenta, porque así lo siento. Pero en este caso en particular uno tiene que aportar y no quitar.

–Tema dos de coyuntura: Diputados aprobó un pedido para que el Gobierno envíe un nuevo presupuesto al Parlamento. ¿Lo van a hacer?

–No conozco el proyecto, hay que ver lo que dice. En principio el presupuesto de 2010 ya fue aprobado y no tiene sentido que se vuelva a debatir el tema.

–Tema 3: el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime sumó otro procesamiento.

–Yo no me meto, eso tiene que resolverse en la Justicia. No opino, además, porque no conozco la causa.

–Tema 4: la aparición de un presunto espía en el Ministerio de Economía.

–Es un tema muy preocupante. Estamos ante un ladrón que ingresó al Ministerio de Economía a robar, se lo fue siguiendo con las cámaras y en un momento se lo vio entrar a una oficina con la llave. ¿Qué estaba haciendo en ese lugar, a un horario que no correspondía? Está dando las explicaciones que tiene que dar a la Justicia y esto va a traer más tela para cortar.

–El diputado Claudio Lozano dice que se trató de una emboscada del Gobierno.

–Sí, resulta que el señor caminaba por Plaza de Mayo y nosotros le plantamos un Ministerio de Economía encima... Es muy estúpida la explicación.

–El socio político de Lozano, Pino Solanas, lo responsabilizó a usted de la supuesta operación.

–Voy a querellar a Solanas, estoy cansado de que me insulte. Le tengo cero respeto político, es un cachivache pocas veces visto. Trabajó con tipos que yo no sólo reconocí, sino que admiré políticamente como (Envar) Cacho El Kadri. Le hizo todas, el peor destrato lo recibió de un tipo que fue su amigo. Y desde el punto de vista del cine, cuando quiero ver a un buen director lo busco a Leonardo Favio.

–¿En la Argentina está crispada la relación política?

–En la Argentina hay “cris-pasión”, pasión por Cristina.

–Le reformulo la pregunta: ¿cómo define la relación política en esta etapa?

–Aristóteles, en referencia a la crianza de Alejandro, decía que bendito sea el ruido de Grecia, porque ese ruido es el ruido de la libertad. ¿A qué le tienen miedo? ¿A discutir, a confrontar, a debatir? Ese ruido es la bendición de la libertad, todos podemos decir lo que queremos. Cualquiera puede decir lo que se le antoja, muchas veces al divino botón, pero lo dice.

–¿En quién está pensando?

–Es una lista extensa, ocuparía la revista completa. No es saludable que yo esté haciendo imputaciones por hacerlas, pero nosotros no le tememos a la discusión. Néstor Kirchner tomó un país prendido fuego y lo tuvo que poner en el lugar que correspondía. Mario Brodersohn (N. de la R.: ex secretario de Hacienda de Raúl Alfonsín) dijo que, de los últimos setenta años, los mejores habían sido el ’48, el ’73 y el 2008. Lo dijo con ironía, insinuando que el peronismo tuvo suerte al momento de gobernar, cuando en realidad ocurrió que el peronismo supo lo que se debía hacer. Pero no importa, me tomo de sus palabras: el 2008 fue un muy buen año, y sin embargo los medios, fundamentalmente el monopolio Clarín, TN y el hiperperverso de (Héctor) Magnetto, no perdió oportunidad de hacernos daño cada vez que pudo y nos puteó desde la tapa hasta los chistes. Pareciera que viviese en una situación distinta, pero los que conocen de economía, como este viejo dirigente del radicalismo, dicen lo que está pasando. 2008 fue un brillante año. Y en 2009, inmersos en la crisis internacional, fuimos el segundo país, dicho por Naciones Unidas, que más medidas tomó para no perder las fuentes de trabajo.

–¿Cómo se dio la fractura en la relación con Clarín?

–Nosotros debemos tener relación con todos los medios. No creo que existan medios chicos, los medios son todos iguales para mí. El problema con el monopolio Clarín es que nosotros planteamos una ley que modificaba una norma de la dictadura, que además ya era incumplida por Clarín, que definiera cómo se iba a administrar la democratización de los medios para que todos fuéramos escuchados y no que nos dieran masticado lo que teníamos que pensar. Clarín se montó sobre eso porque la nueva ley conspira contra sus negocios. Entonces está Clarín, que sólo pelea por sus negocios, y nosotros, que peleamos por la democratización de los medios.

–La cronología indica que el distanciamiento con Clarín comienza antes, durante el conflicto con las patronales rurales

–Ahí se acicateó y se multiplicó cientos de miles de veces lo que ocurría. Había 40 o 50 personas en un corte y teníamos una cámara de TN mostrando 18 veces por día a esas personas... Ahora: ¿por qué uno va a estar peleándose con los medios? Uno no debiera estar peleándose con los medios, no hay ningún interés. Pero cuando aparece la ley, aparece la más cruda de las discusiones, porque ellos empiezan a proteger la rentabilidad de su propio negocio. Ojo, tienen derecho, la rentabilidad es algo bueno y necesario para la vida en un mundo capitalista. Lo dice Adam Smith en La riqueza de las naciones, no inventó nada, tiene 200 y pico de años, la puesta en riesgo de su propio patrimonio y la rentabilidad son los dos motores del mundo capitalista, con lo cual nadie está dudando de que tengan derecho a tener sus beneficios. La diferencia es que están dando una pelea denodada en beneficio propio y para eso mancillan, critican, ensucian al Gobierno todo el día con sus medios, sólo para defender su negocio.

–¿No les dio motivos a sus críticas al ponerse una remera que los ridiculiza?

–No, yo no hago esas cosas. Los chicos de La Pochoclera me la regalaron y uno de los pibes me pidió que me sacara la foto con la remera. Me sacaron tres o cuatro fotos y tomaron una y la usaron para hacer esa nota. No tengo interés en faltarle el respeto a nadie.

–A propósito, ¿en serio cree que Elisa Carrió “no tiene los patitos en fila”, como dijo?

–A veces ella te saca de quicio, tiene vocación por la antipolítica y por la degradación de la política porque cree que ella va a emerger como lo mejor que les puede pasar a los argentinos. Y la realidad es que hace daño a todo el mundo, sin ningún tipo de miramiento. Hasta salió a sacarle ventajas oportunistas al fallo de La Haya, donde la Argentina ha salido muy bien parada.

–¿Qué actitud va a tomar el Gobierno si se prolonga el corte del puente en Gualeguaychú?

–Hay que esperar a que haya un análisis de toda la situación, cualquier cosa que se diga agrede a un sector. Debemos ser prudentes y cuidadosos.

–Antes mencionó que la ONU reconoció a la Argentina por su manejo ante la crisis económica mundial. Otro informe del mismo organismo sugirió que el país debería legislar sobre el aborto. ¿Cuál es la postura oficial al respecto?

–Debo contestar desde lo personal. En lo dogmático, yo estoy en contra. Ahora, como intendente de Quilmes me tocó presenciar casos terribles de mujeres de clase media baja que caen en manos de bestias que las destrozan física y psicológicamente. Entonces: dogmáticamente estoy en contra, pero contra ese daño tengo que encontrar una solución. Como no existe un botón mágico, tenemos que buscar una solución en conjunto, y voy a acompañar la mejor que se presente.

–En las próximas semanas se debería dar un paso trascendente en materia de derechos civiles con la aprobación del matrimonio gay. ¿El Gobierno auspicia esa reforma?

–Hablo desde lo personal, porque cualquier cosa que se diga oficialmente pareciera que intentara presionar a los que tienen que tomar la decisión. Estoy a favor del matrimonio gay y de la adopción. Hoy la ley permite la adopción monoparental y nadie sabe si esa persona vive con alguien del mismo sexo. Lo único que se hace es prohibirle al menor que tenga el otro 50 por ciento del derecho que le corresponde. En el caso del casamiento, tiene que ser visto a la luz de interpretar la realidad que tiene un pueblo.

–Utilizando la nomenclatura tradicional de la política, que habla de izquierdas y derechas, ¿cómo calificaría al Gobierno?

–Peronista. Una vez le preguntaron a Juan Perón cómo se componía el abanico político argentino. Perón dijo: “Está la izquierda, los radicales y los conservadores”. Y el interlocutor le dice: “Perdón, ¿y los peronistas?”. “Los peronistas son todos”, contestó Perón. Acá pasa lo mismo: somos peronistas de distintas vertientes, pero si me piden que diga en qué lugar debe estar el peronismo, siempre del centro a la izquierda, en un concepto progresista, respetuoso de la diversidad.

–¿Duhalde es de centroizquierda?

–No.

–Pero es peronista.

–Sí, y le tengo mucho cariño.

–¿Sigue sosteniendo que es portador sano del duhaldismo?

–No, ya no, en aquel momento lo fui. Nunca renegué de Eduardo Duhalde, pero hoy está en una situación que no me hubiese gustado verlo nunca. Porque cuando querés a la gente deseás lo mejor para ellos. Hoy aparece con un discurso que no es bueno, los pibes en los cuarteles, el tema de los plebiscitos para terminar con los juicios a los represores... Es una barbaridad, no sé quién le dio el consejo. Fue una provocación.

–¿Le cree la candidatura?

–No tiene ninguna posibilidad.

–¿Habrá internas abiertas?

–Es una ley. Cuando llegue el momento se fijará el cronograma.

–¿Néstor o Cristina Kirchner van a competir?

–El candidato va a ser un hombre o mujer de nuestro grupo, encabezado por Cristina o Néstor, que le llevan un campo de ventaja a cualquiera, porque serán un ex presidente y una ex presidenta exitosos.

–¿Es posible ganar una elección sin la clase media?

–Ahora pareciera que no, pero vamos a tener mucha adhesión de la clase media. Vean lo que pasa en estas convocatorias de Facebook, ahí no hay clase media baja, la gente se autoconvoca de clase media para arriba.

–¿Cuándo ejercita la autocrítica?

–Todo el tiempo.

–¿Se criticó por haber discutido con Amalia Granata en la tele?

–No. Fui a un programa de entretenimientos invitado por Pettinato, al que le tengo un gran cariño. Me preguntaron de política, contesté de política. Si me preguntaban de fútbol, hablaba de fútbol.

–¿Qué cosas sí se reprocha?

–Millones de cosas, pero nunca las contaría. No rompe platos el que no los lava. Lavamos millones de platos nosotros, yo soy una bestia de laburo, igual que la Presidenta. Cuando uno hace muchas cosas, seguro que se equivoca. Pero hay que volver para atrás y arreglarlo.

–Cómo hombre de fe cristiana, ¿cómo toma las declaraciones políticas de la Iglesia?

–Cuando haga declaraciones las discutiremos en el marco que corresponda, pero no tengo interés en discutir sobre supuestos.

La Iglesia intentó presentar un documento de tono político con la firma de distintas fuerzas sociales del país.

–Pero no se firmó y no se presentó nada.

–¿Con la habilitación judicial el Gobierno cerró la discusión sobre el uso de reservas a través de un decreto o está dispuesto a discutir una ley del Congreso?

–Por qué no, hay dos proyectos, uno del diputado (Martín) Sabbatella y el otro del senador (Carlos) Verna. Nosotros no competimos con el Congreso. Lo que pasa es que hay un error de concepto: cuando la Presidenta dictó el DNU 2010 apreció que había necesidad y urgencia, y lo entendió así porque quería enviar un mensaje a los mercados financieros. El riesgo país cayó de1.072 a 670 puntos básicos, 300 puntos de un viandazo, ideal para comenzar el proceso de canje. Luego estuvo la actitud de (Martín) Redrado, reñida con la política y la seriedad de un funcionario. Cientos de veces le ofreció la renuncia a la Presidenta y cuando lo convoqué para pedírsela, me dijo: “Ahora no”. Hubo que hacer el proceso para desplazarlo, mientras algunos jueces se metieron en donde no se tenían que meter, con decisiones judiciales espantosas. Luego vinieron los tres decretos que buscaron destrabar la situación y hoy se discute sólo por uno de ellos, el 298, que habilita el uso de 4.300 millones. Si eso se hace por ley no hay inconveniente, porque todo lo que buscamos se produjo y el canje está a punto.

–Distintos sectores de centroizquierda plantean que una fuente alternativa de recursos sería gravar la renta financiera. ¿El Gobierno contempla esa posibilidad?

–Es un error. Las grandes empresas ya están gravadas, sólo quedan los plazos fijos de tu vieja, mi vieja y la de ella, porque los accionistas ya están gravados por ganancias. De modo que no tendría sentido provocar una corrida financiera para cobrarles impuestos a los pequeños ahorristas.

–¿Lo sorprendió la actitud de la senadora Bortolozzo, que dio quórum para que se tratara la media sanción del impuesto al cheque?

–No tengo trato con ella, soy muy amigo de su marido, pero no sé qué ocurrió. De todos modos no es la primera vez que un legislador de nuestro bloque no está de acuerdo en algo y lo demuestra. Como el senador representa al Estado provincial, si el senador cree que se debe plantar, es atendible.

–¿El antecedente complica la estrategia parlamentaria del oficialismo?

–Eso se resuelve, una golondrina no hace verano. Todos los días hay que trabajar para de-sarrollar la política y construir consensos, proyecto por proyecto.

–Esta semana se condenó al dictador Reinaldo Bignone en un fallo histórico. Estela de Carlotto dijo que habría que avanzar en los juicios a los civiles que participaron del golpe. ¿Está de acuerdo?

–Es que es indispensable, porque el golpe no fue militar. A veces somos injustos con las Fuerzas Armadas cuando hablamos de “golpe militar”, porque fue un golpe cívico-militar. Si un militar es responsable, debe pagar por lo que hizo. Pero no fueron solos, fueron motivados por civiles con apetencias económicas. Los civiles tendrían que estar pagando por ese tema. En algún momento estarán dadas las condiciones para que también se los siente en el banquillo.

Fuente; Revista Veintitrés - Nota - Información General - Pag. 24

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