LA ALEGRÍA PERONISTA

viernes, 22 de mayo de 2009

El compromiso político de Jorge Rivas

BUENOS AIRES ECONÓMICO

POR EDUARDO ANGUITA

22-05-2009 / 

Eduardo Anguita 
Eduardo Anguita
La vuelta de Jorge Rivas al Parlamento le pone, quizá, el tono de voluntad y compromiso de lo que cualquier legislador, sea oficialista u opositor, puede tener en la banca que ocupe. Los ojos de este diputado que sufrió un ataque que lo dejó cuadripléjico y que, un año y medio después, juró para cumplir con su mandato de diputado nacional son un ejemplo muy valioso. Porque, vale la pena recordarlo en medio de tanto debate preelectoral, lo que votaremos en cinco semanas es la renovación parcial del Congreso. Y, frente a esto, hay dos planos: el político ideológico, que pone a prueba las propuestas de las fuerzas en pugna, y el de la calidad moral y de conocimientos para el trámite legislativo. 
Para abordar ambos planos, Jorge Rivas es un espejo en el cual mirar. Dirigente socialista joven y de sólida formación, decidió acompañar el espacio que el kirchnerismo abrió para el diálogo y la integración de las corrientes no peronistas. Y lo hizo no a título personal sino como uno de los dirigentes del socialismo bonaerense, con los fundamentos de su identidad política y sin renunciar a ella. Aceptó, a poco andar, un cargo para secundar a Alberto Fernández como vicejefe de Gabinete por su alto nivel de afinidad con el Gobierno.  La incorporación de extrapartidarios al gabinete es algo habitual y sano, sobre todo si, como en este caso, no se trata de alguien que llega por el lobby de algún sector de poder.
Es muy elocuente lo que cuenta su compañero de militancia, Eduardo Lazzati, respecto de cómo llegaron a construir la computadora a través de la cual Rivas hoy puede expresarse. Aclaremos que Lazzati lidera un grupo interdisciplinario de talentos en informática y gestión de conocimiento que permitió diseñar y poner en marcha una computadora con una videocámara a través de la cual, con la vista y un dedo, Rivas puede poner en marcha un lenguaje digital a través del cual escribe y luego ese texto puede ser convertido en voz. “Fue gracias al esfuerzo de sus compañeros y amigos”, cuenta Lazzati, porque no recurrieron a ninguna agencia multinacional y a empresas que colaboraran. Fue pura voluntad y puro talento argentinos. Es decir, no hay que encandilarse por los avances tecnológicos sino por la inteligencia que los puso en marcha. Y algo más: la pasión y la valentía de Rivas, sus ganas de vivir.
Toda sociedad, todo modelo político, tiene sus luces y sus sombras. La épica de Rivas no alcanzará para modificar de cuajo el sistema de presiones y juego de intereses. A no engañarse: hay leyes, muy difíciles de sacar, por el solo hecho de que toca o corta los beneficios de ciertos sectores. Sin embargo, se puede ver el vaso medio lleno o medio vacío, así como ciertas normativas sobre la minería o el capital financiero parecen aún lejanas, muchas otras sí salieron. Desde normas como la ley de salud sexual y reproductiva hasta muchas leyes laborales a favor de los asalariados. Es lógico que la gran prensa no repare en la cantidad de leyes que en estos años acompañaron y respaldaron el cambio de paradigma del modelo neoliberal a uno inclusivo y de redistribución. Ni qué hablar de los dos debates más importantes que, desde diciembre de 2007 se llevaron a cabo. El de las retenciones móviles que terminó con el voto no positivo de Julio Cobos y a partir del cual el Estado pierde de percibir cierta renta extraordinaria de sectores muy ricos: los niveles de cotización actual de la soja, altísimos, permiten una fiesta de quienes evitan pagar el nivel impositivo que proponía la resolución 125. El otro fue el de la estatización del control de los fondos jubilatorios y que es la contracara de la 125. Hoy la Anses está financiando obras públicas, recuperando empresas o fondeando créditos hipotecarios. Cumple una función social, es casi una banca de inversión. Y además, por ley, debe rendir fondos a una comisión bicameral que esta semana se constituyó y que les permite a los diputados y senadores opositores hurgar, como corresponde, en la transparencia con que deben ser gestionados los fondos provisionales.
Más allá de los factores emotivos y publicitarios que se ponen en juego en una campaña electoral, el regreso de Rivas al Congreso es una buena oportunidad para reforzar la importancia del Parlamento. No para seguir el juego de la gran prensa que pretende que lo mejor para la Argentina es tener un Congreso que sea la máquina de impedir del Ejecutivo, sino para promover las leyes que profundicen el modelo de inclusión social y de soberanía nacional. 

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