LA ALEGRÍA PERONISTA

domingo, 27 de noviembre de 2011

La pe(n)sada herencia







Ahora dicen que hay giro a la derecha. Las teorías, los hechos. Los subsidios, realidades, estadios, pasos que vendrán. Los conflictos intrasindicales y las huelgas en el sector público, viejas cuitas. La tensión con Hugo Moyano. Los reclamos de la CGT, las prioridades de la Presidenta.
 Por Mario Wainfeld
Un vaticinio espectral recorre la Argentina. Ahora dicen que el kirchnerismo, en la previa de su tercer mandato, acomete un giro copernicano. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, interpretan sus rivales (que hasta ahora no supieron hacerlo, ni “leer” su legitimidad creciente), gira abruptamente hacia un programa opositor. En pocos meses habrá tarifazo para millones de usuarios de servicios públicos. El idilio con la CGT toca su fin, reemplazado por un acercamiento a las patronales de la industria. Lo realizado hasta ahora (avances cuidadosos en la supresión de subsidios, reproches presidenciales a un par de sindicatos de transporte que la desafiaron) es la punta de un iceberg. Si se estira (apenas) el razonamiento: tocan a su fin la política económica expansiva, el crecimiento motorizado por el consumo y el mercado interno. Quién le dice, se revisarán (re)conquistas laborales de los recientes ocho años.
El Frente para la Victoria (FpV) aplicará la cartilla de sus críticos (se alegran y enardecen éstos): lo hará tarde y mal. El aumento indiscriminado de los servicios públicos gatillará la inflación y el repudio popular. Quién sabe, habrá cortes de rutas de ciudadanos-usuarios. La interna del peronismo, siempre irracional y salvaje, pondrá en jaque al “nuevo” Gobierno desde el vamos. El kirchnerismo pagará los platos rotos de su “fiesta” insustentable, para peor contradiciendo su sesgo político de años.
El cronista se permite discrepar. Jamás se puede conocer el futuro, menos en un mundo en crisis provocada por políticas bien diferentes de las que propiciaron una vigencia record para el FpV. Pero conociendo a los protagonistas, sus convicciones, el apego a las estrategias que sostuvieron sus momentos más felices, ese porvenir está entre los menos posibles del jardín de senderos que se bifurcan a partir del 23 de octubre.
Tal el resumen ejecutivo de esta nota, por si usted anda apurado. Si tiene paciencia, ahí va el desarrollo.
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Señales económicas: La reforma del sistema de subsidios es la más llamativa medida de política económica ulterior a las elecciones. Dista de ser la única y distará aún más cuando se vaya conociendo el paquete legislativo para la temporada verano-otoño. La acometida contra la avidez compradora de dólares fue una típica medida K, en sus aciertos y sus errores. El oficialismo, en cada día y ante cada controversia, explica que la AFIP vigila, que cuenta con un potente aparato informativo, que el Estado sigue dispuesto a valerse de sus herramientas que permiten las mejores recaudaciones de la historia, sostenidas en un largo período. Hubo caricias en el cónclave de la Unión Industrial Argentina, tantas como alusiones amables al “Vasco” José Ignacio de Mendiguren. También se despacharon telegramas colacionados a destinatarios específicos. Las menciones de la Presidenta a grandes empresas que sacaron ventajas para comprar divisas o para remesarlas con malicia es un mensaje que se suma a otros.
La supresión de los subsidios se propone en etapas. Las primeras, sencillas, se zanjan de un plumazo: grandes empresas, consumidores domiciliarios que habitan en zonas VIP. El registro de renunciantes voluntarios, un detalle casi irónico, cierra el primer círculo. Nadie patalea, ciertos funcionarios o divos de la farándula que habitan en barrios cinco estrellas se inscriben, anticipando un ratito lo que en enero será una regla particular que los comprende.
Para otros estadios, se subraya la perspectiva de la revisión fiscal, que también formó parte de la batida contra la compra compulsiva de dólares. Habrá, imaginan en Planificación, un número apreciable de contribuyentes que preferirán aumentar su gasto en servicios antes que ser revisados por la AFIP. Hasta ahí, nada repugna al imaginario kirchnerista tradicional: se suprime el subsidio para quienes ostensiblemente pueden afrontar los costos o para quienes eligen racionalmente hacerlo.
La búsqueda de la segunda tanda de consumidores será una tarea ardua, de “sintonía fina”, expresión adecuada que la Presidenta incorporó a su vocabulario. Funcionarios del área (confiados en continuar después del 10 de diciembre, no confirmados aún) afirman que la selección de los destinatarios del formulario será escalonada. Se comenzará por barrios o localidades con predominancia de sectores medios altos o altos. Será arduo espigar a su interior.
De cualquier modo, el tiempo para determinar el universo de las nuevas supresiones será largo. Habrá dos envíos de formularios para los que no respondan a la consulta, o sea que las renuncias tácitas demorarán lo suyo.
Los que reclamen seguir siendo subsidiados, todo indica que la gran mayoría del total, abren una instancia de revisión. La percepción compartida entre funcionarios y el cronista es que no habrá acometida contra ese conjunto, al menos en 2012. El Gobierno intentará que la supresión del subsidio sea progresiva, en la doble acepción del término: en etapas y atendiendo diferencias sociales o patrimoniales. Si el cronista fuera afecto al uso de bastardillas o negritas en sus notas resaltaría de ese modo “intentará” y “progresiva en la doble acepción del término”.
Como es afecto a las digresiones, se permite una, abriendo un corchete. Corchete: una encuesta de la consultora Equis, dirigida por Artemio López, informa que una sólida mayoría de argentinos está a favor de los cambios en el sistema de subsidios. El dato parece chocante porque no es habitual que las personas estén a favor de pagar más tasas. La explicación está al alcance de la mano: la consulta es nacional. Los subsidios en cuestión se centralizan en la Capital y la provincia de Buenos Aires. El federalismo existe en los hechos, la diversidad de intereses también. Lo que para algunos medios es “la gente”, en 22 provincias de la Argentina son porteños o bonaerenses (dos categorías a menudo asimilables), que reciben un trato asimétrico. Cerremos corchete.
La finalidad real del Gobierno no parece ser mochar todos los subsidios de un solo tajo sino segmentarlos, con criterio equitativo. Los objetivos no son de ajuste sino de evitar el crecimiento distorsivo de esa herramienta, que sigue teniendo virtudes evidentes. Y de mejorar la “caja” que tantos aborrecen, entre ellos quienes han gobernado sin haber accedido a los logros del kirchnerismo en indicadores socioeconómicos y en revalidación popular.
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Conflictos con largo millaje: La política de subsidios es una iniciativa oficial, las medidas respecto del dólar y las críticas a gremios de pilotos, réplicas a movidas de éstos y de los “mercados”. La respuesta presidencial fue clásica en el kirchnerismo: doblar la apuesta.
Los conflictos intrasindicales (por encuadramientos o por disputa de representatividad entre delegados y cúpulas) se repiten desde 2003, siempre preocuparon a la Casa Rosada. Como la realidad ama los mestizajes, a menudo se mezclaron con luchas reivindicativas. Las medidas de fuerza en servicios públicos o en actividades estratégicas, son otros episodios clásicos que le dieron dolores de cabeza al Gobierno .
Este abanico de conflictos alude a la crisis del modelo sindical, que la CGT y el Gobierno en general no cuestionan. Los paros de base en el Hospital Garrahan, en subterráneos y ramales ferroviarios encabezados por representativos dirigentes de base de izquierda, pusieron en entredicho a la conducción cegetista o a aliados, muy cercanos o contingentes. Siempre causaron preocupación, más que los suscitados en el sector privado (como el de Kraft Foods) que también levantaron ronchas.
La paciencia del oficialismo y de la Presidenta en especial va menguando. El recordable discurso de José C. Paz (que fue malamente traducido como un amago de renuncia a la candidatura cuando era un pliego de condiciones para garantizar la conducción y la victoria) se pronunció en marzo en simultáneo con una interminable huelga de trabajadores petroleros en la Patagonia.
El desafío de los pilotos de Aerolíneas se inscribe en una continuidad, en un problema de difícil dilucidación. La reacción de Cristina Kirchner, en un trance de elevada legitimidad, no se dirige exclusivamente al hecho específico, sino a una tendencia.
El secretario general de la CGT adhirió a los pilotos. Viene haciéndolo con actores sindicales con los que venía confrontando, como Gerónimo Venegas. El momento del viraje corporativo más firme, que marcó un hito en su relación con el Gobierno, fue cuando el líder camionero amenazó con una huelga al conocerse la llegada de un exhorto a pedido de un fiscal suizo pidiendo información sobre él.
La relación entre el kirchnerismo y el titular de la CGT está en su punto más bajo desde 2003, la tensión es real. Su magnitud, seguramente, es exagerada por quienes anhelan una ruptura. Cristina Kirchner rechaza todo amago de discutir o condicionar su liderazgo dentro del peronismo. No entra en su ideario transar en ese aspecto.
Moyano, cuentan sus allegados más cercanos, se percibe asediado. Desde que el exhorto pasó de Cancillería al juzgado de Norberto Oyarbide cree que hay un “cristinismo” que va por su cabeza y aun por empujar acciones penales en su contra. El canciller Héctor Timerman y el secretario de Medios y Comunicación Juan Manuel Abal Medina fueron sus blancos predilectos en aquellos días. Ahora les suma a La Cámpora.
Las demandas que replantea en estos días no son novedades ni provocaciones tremendas. A los ojos del cronista son de distinta densidad. La participación de los trabajadores en las ganancias de la empresa es un derecho constitucional, pendiente de implementación desde hace más de medio siglo: una deuda del sistema político. Su discusión parlamentaria es un reclamo sistémico, el modo de hacerlo una cuestión a dirimir.
El incremento del mínimo no imponible para trabajadores en relación de dependencia es un beneficio coyuntural (no necesariamente un privilegio) para los trabajadores formales mejor retribuidos. Una política fiscal que debe atender a otras variables, entre ellas las necesidades de laburantes menos protegidos.
Las dos reivindicaciones coinciden en serlo para el tramo mejor colocado de la clase trabajadora, lo que no basta para desestimarlos pero sí para calibrar su importancia.
El enfriamiento del trato entre Moyano y la Presidenta puede derivar en un reacomodamiento negociado o en una crisis mayor. Dependerá de la sensatez de los actores y de reconocimientos mutuos. El liderazgo político es un límite infranqueable, discurren en la Rosada y zonas de influencia. Un recambio en la CGT es un problema menos acuciante, si se resuelve la contradicción principal. El Gobierno no tiene un relevo ideal para “Hugo” ni tampoco podría imponerlo de taquito si lo hubiera. Hay mitos urbanos que no condicen con la complejidad de lo real: el Gobierno no tiene la suma del poder público, ni siquiera el control de la intrincada interna sindical.
Un reencauzamiento de la, productiva para ambos sectores, relación estratégica entre la conducción de la principal central obrera y el oficialismo es posible si Moyano acepta la lógica política y asume la correlación de fuerzas. Futuro abierto, pues, en un entorno erizado.
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La pe(n)sada herencia: Cualquier gobernante que asume recibe una herencia sin beneficio de inventario. Alegar que se hace cargo de errores incurridos o deudas contraídas con anterioridad es un recurso del debate político, no un argumento institucional. Para qué hablar, entonces, de una mandataria reelecta que en (una proporción parcial aunque estimable) cosecha su propia siembra.
La, peculiar pues, “herencia” de Cristina Kirchner es la mejor que recibió presidente alguno, cuanto menos desde 1955. Claro que afronta un futuro escarpado en el que aspectos determinantes escapan a su control, a su responsabilidad y a su ideario: la crisis económica financiera internacional, para empezar. En ese trance, sus adversarios vaticinan que pegará un viraje descomunal. Antaño presagiaron que Néstor Kirchner caería por “abrir demasiados frentes a la vez”, por pulsear firme la negociación de la deuda externa, por decirle “no al ALCA”, por enfrentar a los organismos internacionales de crédito. O que la misma Cristina caería después del conflicto con “el campo”, o por enfrentar a los multimedios o por redoblar la apuesta después de las elecciones de 2009. Las profecías se hicieron certezas cuando falleció Néstor Kirchner. Ahora dicen que la Presidenta, que sin duda está repensando los instrumentos de su política en aras de sostener sus objetivos tradicionales, se orienta hacia un rumbo distinto, marcado por la brújula de “los otros”. La cantidad de errores de diagnóstico cometidos por éstos no prueba, irrevocablemente, que vuelven a equivocarse. Pero induce, por ponerlo de forma piadosa, a dudar de su infalibilidad. Cuando en un par de meses o de años se repasen lo que fueron y serán sus acciones legislativas y ejecutivas de “desembarco” habrá más elementos para un balance. Las hipótesis del cronista se insinuaron en el resumen ejecutivo inicial y en el desarrollo posterior.
mwainfeld@pagina12.com.ar


La crisis en Europa y las enseñanzas para Sudamérica.

Esta es la primera de una serie de notas sobre la crisis financiera mundial, el estallido en Europa y las consecuencias que trajo y puede traer para la Argentina y para Unasur.

Lucas Carrasco // Sábado 26 de noviembre de 2011 | 18:14

 Las diversas etapas por las que atravesó el Mercosur -estructura fundamental para la construcción posterior de Unasur- estuvieron marcadas por acontecimientos relevantes en la Unión Europea.
El inicio del Mercosur coincide con el fin de la era de atraso y dictaduras militares y el fin de las hipótesis de conflicto entre países vecinos, principalmente lo que Perón denominaba ABC (Argentina, Brasil y Chile).

La influencia de la CIA, acrecentada en los últimos golpes de estado y la coordinación durante esos mismos golpes de la represión ilegal en los países del Cono Sur ya habían debilitado las hipótesis de conflicto con las que trabajaban las serviciales y cobardes cúpulas militares, organizadas como un partido de ocupación y combate a civiles. Si bien, en la mentalidad fantasiosa y enferma de estas cúpulas militares que mataban monjas y anunciaban grandes batallas perduraban las fascinaciones que antaño los autoengañaron, la guerra de Malvinas, con el apoyo chileno a Inglaterra y la indiferencia de Brasil mostraron la cruda realidad geopolítica que se abría.

En los comienzos de la nueva era democrática, entonces, las élites económicas comenzaron a pensar en un mercado ampliado de comercio, asociados a los partidos de masas de inspiración socialdemócrata que, con modelos europeos, confiaban en su férrea voluntad para comenzar un proceso de integración. Ya el formato neoliberal se insinuaba y también la caída de la Unión Soviética y el bloque socialista.

La globalización encuentra  la región con gobiernos neoconservadores electos por la voluntad popular que profundizaron las teorías que aseguraban que, en el fin de la historia y las ideologías, el mercado común mundial era inexorable y la salida defensiva consistía en la regionalización económica y política, pensando en una etapa por llegar de desaparición de las lógicas de estado/nación. En ese momento, el Mercosur ya no necesitaba del sostén popular de grandes partidos de masas que operaban bajo los férreos paradigmas del estado/nación.
En Europa se acentúa el rol del capital financiero como integrador de la Unión Europea y la vieja camada del Carbón y el Acero, o sea, las industrias pesadas de las armas, entre viejos adversarios como Francia y Alemania, pasa a convertirse en una zona de comunión de moneda (y pensamiento) única, independientemente de los partidos de masas o las ideologías de los partidos. La caída del bloque socialista deja sin razón de ser a la socialdemocracia como "tercera posición" y vira rápidamente a posiciones neoliberales, dentro de la Internacional Socialista, llamada ahora Tercera Vía. Esa Tercera Vía tuvo su expresión en Argentina con la Alianza progresista de los olvidadizos De La Rúa y Chacho Alvarez y su fracaso y asesinatos dan comienzo a una nueva etapa en Argentina y la región. 

Es en el comienzo de la década de oro de Sudamérica donde se desacoplan los procesos internos del comienzo de la ahora llamada "crisis internacional", existiendo en nuestra región una alternativa nacional popular (de izquierda) a la revancha del capital concentrado. Esta alternativa está ausente en Europa, por eso las informaciones que nos llegan de los corresponsales narran novelas armoniosas donde no se llega a un acuerdo sobre si suicidar al Euro, como pide Alemania, o devaluarlo para salvarlo, como pide Obama a través del esposo de Carla Bruni. El resto de los países de la zona Euro se enteraron ahora que los gobiernan dos personas de derecha franca que viven y votan y son votados en otros países.

Cuando acá se desplomaba el progresismo de Chacho Alvarez y Fernando De La Rúa con una carnicería de asesinatos en Estados Unidos, el ex socio petrolero de las élites yanquis, Osaba Ben Laden realizaba el más astuto y cinematográfico ataque terrorista, derribando las torres gemelas. Pronto, la industria bélica quiso operar como incentivo keynesiano pero el empantanamiento militar en Medio Oriente tuvo el efecto contrario. Los republicanos, en concordancia con los demócratas, llenaron de recursos públicos a las empresas bélicas y el conglomerado asociado a ellas, a la par que les rebajaron impuestos y entonces la economía estaounidense comenzó a estancarse.

Con dos invasiones, cárceles secretas y bases militares en todo el mundo y campos de concentración con menos racionalidad instrumental en los costos fijos que los Nazis, los grandes capitales de Estados Unidos acentuaron las ganancias de sus empresas financieras creando instrumentos de valor de audaz sino difícil sostén. Eran momentos donde el Euro se expandía en el mundo (Sadam, antes de ser invadido había propuesto en la OPEC,el sindicato petrolero del mundo, que las transacciones se hicieran en Euros) y el dólar se debilitaba militarmente. A pesar de que el gasto total militar de todos los países del mundo menos Estados Unidos era y es menor al del propio Estados Unidos, el empantanamiento militar en Medio Oriente permitió el avance de terceros países en el mercado de armas, para las guerras de baja intensidad que con tanto entusiasmo se diseminan. Pero a la vez, distrajo a Estados Unidos de su patio trasero, lo que permitió la radicalización de Chávez, la asunción del tímido Lula, la sorpresa de Kirchner y ya constituido el bloque de Los Tres Mosqueteros el triunfo de la izquierda en Nicaragua, Ecuador, Perú, Bolivia, etc.

Los sueños de integración tenían dos modalidades encontradas: una liderada por Chávez, muy parecida al paradigma que en la Argentina planteó el primer Perón, y otra por Lula, similar e inspirada a la que está haciendo eclosión en Europa; que fue la visión que finalmente triunfó en Sudamérica. Néstor Kichner, el más político y menos comprometido con fantasías o intereses económicos de los tres, tenía una mirada intermedia y profunda; lo que le valió ser el primer secretario general de Unasur.

Tributaria de esta visión brasilera triunfante fue la poca institucionalidad conseguida, el freno de los proyectos de integración energética y de infraestructura, a la vez que la acentuación del rol de ensambladores que es el modo en que Brasil, tierra de desigualdades y racismo, piensa conquistar su asiento en el Consejo de Seguridad que está de espaldas a la ONU.

Pero es también gracias a esta visión que en el Mercosur no hace falta pasaporte, que se comercia en moneda local sin perder la capacidad de emisión y que se coordina la salida del FMI y las devaluaciones, si bien ésto se hace bajo la llamada "diplomacia presidencial" y con la arrogancia brasilera de no importarle mucho sus vecinos más chicos que la Argentina.

El Banco Del Sur (que merece un capítulo aparte) quedó en veremos, aunque la Argentina había llevado la propuesta de que opere como banco de reservas y prestamista de última instancia a la vez que inversor productivo; hasta tanto, como es el sueño de Brasil, se constituya una moneda única. Ese sueño de moneda única, inspirado en el dólar y el Euro, entró en terapia intensiva. Basta pensar que aún con la voluntad del estadista Rafael Correa Ecuador no puede salir del dólar para imaginar lo que cuesta a Europa salir del Euro, cuando se trata de decenas de países que han renunciado a su vieja costumbre de masacrarse diplomática y militarmente para repartirse el mundo en colonias.

Hoy en día no es de descartar que Europa entre en turbulencias y que haya escaramuzas militares. Toda la historia de Europa demuestra que ante crisis como estas se salió, por decir algo, a través de guerras clásicas. Hoy existe integración de las élites financieras, un contexto diferente y la sensación de que juntos se juegan su destino de existencia y separados se juegan el fin de países enteros.

Mientras tanto, en Sudamérica, la reversión positiva de los términos de intercambio parece consolidarse aún en el marco de los más volátiles precios financiarizados de las materias primas, y esto ha permitido que los gobiernos nacional popular incentiven la captación de esa renta primaria para volcarla a la industrialización y el crecimiento del mercado interno (lo que también merece un capítulo aparte). Aún resta saber si este proceso puede consolidarse y si puede avanzar, como venía sucediendo, una integración defensiva.

La acentuación de la crisis política y económica, de origen militar, que sacude al mundo occidental, coincidiendo con un nuevo reparto de Medio Oriente donde a la asunción de nuevas dictaduras petroleras de ocupación se las llama con liviandad "primavera árabe" y aumentan las guerras de rapiña de empresas occidentales en el África; se mostró como una oportunidad para Sudamérica, que quizás no logró consolidar la nueva institucionalidad de Unasur pero sí enterró cultural y fácticamente la institucionalidad ligada a EEUU y su doctrina Monroe y los retoques durante la Guerra fría y el paradigma de la Seguridad Nacional. El estallido europeo, sin embargo, debería alertar a los líderes sudamericanos del error de construir instituciones que no sea electas de manera directa por los pueblos. Así como Europa sólo vota a irrelevantes eurodiputados, recién en Sudamérica se están votando irrelevantes diputados para el Mercosur y Unasur. No es sólo la discusión financiera lo que Sudamérica puede aprender de la Unión Europea, sino fundamentalmente, su arquitectura política.

sábado, 26 de noviembre de 2011







Proto Comuna Caballito
                                  Hechos. No palabras.

Amig@s

              El patrimonio no es PRO, violando acuerdos y compromisos con organizaciones y vecinos losdiputados del PRO, Cristian Ritondo, Alvaro Gonzalez y Bruno Screnci no acompañaron al proyecto 1370-D-2011 (prorroga de la Ley 2.548) texto completo, presentado por el diputado Martin Hourest.  De esta manera la norma perderá vigencia el 31 de diciembre y desde ese momento no tendremos proteccion para el patrimonio edificado de la Ciudad.

              El PRO muestra una vez mas su cercania a las corporaciones de la construccion e inmobiliarias.

              El patrimonio arquitectonico de la ciudad desaparecera como el agua entre los dedos.

              Demoler es PRO. Peligran 1.500 “Edificaciones Representativas” de la Ciudad por inaccion del macrismo.


              La reunión de diputados de la comisión de Planeamiento Urbano de la Legislatura porteña que tuvo lugar este ultimo viernes a las 11 horas, se suspendió de manera imprevista cuando los diputados del PRO, Álvaro González, Cristian Ritondo y Bruno Screnci Silva (este último vicepresidente de la comisión) se levantaron luego de la firma de algunos expedientes.
             Así, dejaron sin tratamiento el proyecto para la tercera prórroga de la Ley 2548Que creo originariamente un listado de casi 3.000 “Edificaciones Representativas de la Ciudad de Buenos Aires”. Y con su primera modificacion (Ley 3.056).  Agrego un regimen especial de evaluacion para las edificaciones construidas  antes del 31 de diciembre de 1941. “El Régimen de Promoción Especial de Protección Patrimonial”, único mecanismo de resguardo para el patrimonio arquitectonico.

             El proyecto 1370-D-2011 presentado por el diputado Hourest, prorroga por dos años la Ley 2548, aprobada en 2007 como mecanismo de urgencia para “congelar” los inmuebles antiguos hasta tanto se los termine de  catalogar. 
             La dilación de su discusión fue moneda corriente en los últimos tiempos, motivada sobre todo por lapresión de arquitectos y constructores que desde un primer momento se opusieron a la medida.
             El proyecto se trató la semana pasada en reunion de asesores de la Comision de Planeamiento Urbano,pero por causa de la presión de las representantes del CPAU  (Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo), no se logró consenso.


             Se calcula que hay en la ciudad cerca de 100.000 viviendas anteriores a 1941. Desde 2008 hasta mitad de este año con la aplicación de este mecanismo se habían revisado 7640 (el 5%), de los cuales 2037 se catalogaron preventivamente. Se desestimaron 5520 (el 72% de las evaluadas) y 83 no pudieron evaluarse porque fueron demolidas ilegalmente.
             En este momento 1.500 “Edificios Representativos” de la Ciudad de Buenos Aires, del listado original creado por la Ley 2.548, se encuentran en una especie de “limbo legal”. Están en un “Catalogo Preventivo”. Junto a los 2037 edificios de valor patrimonial incluidos por esta misma norma por la aplicación del mecanismo marcado por la modificatoria 3.056.
             El ejecutivo de la Ciudad no presento los proyectos  legislativos de “Catalogacion” para su inclusión en el punto 10.3 del Codigo de Planeamiento Urbano (Ley 449) por lo que no se encuentran realmente catalogados. La Ciudad tampoco reglamenta la Ley 1.227 de proteccion al patrimonio Cultural. Los demoledores no tienen castigo.


             La realidad es que tanto esas valiosas piezas rescatadas por el sistema de la Ley 3.056. Como las importantísimas obras arquitectónicas representativas  de nuestra porteñidad del listado original dela Ley 2.548 se encuentran disponibles para la aventura de un especulador sin dolor ni conciencia. Mesquino solo a su afán de lucro. Que busque demolerlas para lograr un rédito económico. Con el apoyo de Macri y el PRO. 


Datos utiles:    Cristian Ritondo cristian.ritondo@legislatura.gov.ar             4338-3067 4338-3068
                      

 Bruno Screnci  bruno.screnci@legislatura.gov.ar                4338-3003 4338-3080
                      

Alvaro Gonzalez despagonzalez@legislatura.gov.ar             4338-3306 4338-3096

            Si estos diputados adhieren al “Despacho de Comision” de la prorroga de la Ley 2.548, se puede tratar el proyecto en el recinto el proximo jueves 1 de diciembre. Les rogamos que amablemente se lo soliciten portelefonos y correo.   

             Saludos fraternales             
                                                            Lic. Gustavo Desplats
                                                         Proto Comuna Caballito

     Informes:    15-3833-8491      4903-7444


                                  
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