Por Santiago Eguía
La investigación que se le sigue a Sergio Schoklender por malversación de fondos continúa en la agenda de los principales medios del país, y en algunos, con un marcado interés político en cargar culpas sobre la organización de Derechos Humanos, Madres de Plaza de Mayo. Consultado porElArgentino.com, el escritor Osvaldo Bayer analizó cómo La Nación o Clarín "utilizan el hecho para confundir a los lectores".
En ese sentido, el autor de La Patagonia rebelde indicó que algunos medios "dedican hojas enteras a tratar de confundir la problemática".
Sobre la situación en sí, Bayer remarcó que "evidentemente fue una traición del señor Schoklender, de los hermanos Schoklender, con respecto a las Madres, que les dieron absolutamente toda la protección".
ElArgentino: ¿Qué piensa del caso Schoklender?
Osvaldo Bayer: Yo considero que las Madres de Plaza de Mayo ya han entrado en la historia. Su acción ha sido épica durante la dictadura. Han corrido todos los peligros. Las tres primeras madres han sido detenidas y tiradas con vida desde aviones para matarlas. Una cosa de una crueldad extrema. Y sin embargo, las otras madres siguieron su lucha. Eso es lo que vale. Eso es lo que ha pasado en la historia. Todo lo demás es anecdótico. Con respecto al problema de Schoklender, hay que esperar lo que diga la Justicia. Y, evidentemente, las Madres fueron engañadas. Yo las conozco. Siempre han vivido humildemente, durante muchos años. Cuando venían acá, durante la dictadura, a Europa, siempre, a pesar de que acá se les pagaba hoteles de primera categoría, nunca concurrían a esos hoteles. Sino que venían a las viviendas humildes de nosotros, los exiliados. Las conozco muy bien, son incapaces de hacer ningún negociado. Fueron engañadas. Así que realmente yo creo que la Justicia tiene que actuar en ese sentido y debe dejar absolutamente limpias a las Madres de Plaza de Mayo. Como digo yo, han quedado como un gran episodio de la historia argentina.
EA: ¿Cómo ve el tratamiento que le dan a la noticia los medios?
OB: Y bueno, lo sabemos. Diarios como Clarín y La Nación, que solamente defienden los intereses empresarios, para ellos que hicieron durante la dictadura el apoyo total de la desaparición de personas, esos crímenes espantosos, por supuesto que les viene bien este hecho para confundir a los lectores. Pero la historia siempre triunfa, la ética siempre triunfa en la historia. No tienen ningún porvenir. A pesar de que dediquen hojas enteras ahora a tratar de confundir la problemática. Fue un engaño del señor Schoklender y su bandita respecto a las Madres y las Madres fueron, desgraciadamente, muy crédulas con respecto a este señor.
EA: ¿Cuál es su lectura de la relación entre las dos líneas de Madres?
OB: Yo nunca he hecho absolutamente ninguna diferencia. Es decir, se que ha habido problemas entre ellas, pero yo no hice ninguna diferencia. Yo tanto saludo a las de la línea fundadora, converso con ellas, como con las de la línea de Hebe de Bonafini. Nunca he hecho ninguna diferencia. Cada uno puede pensar como quiera. Entre ellas no se han hecho acusaciones de ningún tipo de deshonestidad, sino que se separaron porque tenían dos formas distintas de actuar, de pensar, de cómo iban a recuperar a sus hijos. Las dos ramas merecen nuestro respeto.
EA: ¿Cree que la Justicia va a resolver el caso?
OB: Espero que sí. Espero que se haga una profunda investigación y que se actúe con absoluta honestidad y no de forma de un provecho político de todo esto. Que se actúe con absoluta honestidad. Y si es culpable este señor, que se lo condene a lo que establecen las leyes.
EA: ¿Qué piensa de aquellos que dicen que Hebe no podía desconocer lo que supuestamente hacía Schoklender?
OB: Esa es una opinión de ellos. Ellos no pueden saber eso. Yo he hablado y la he tratado a Hebe desde muchos años antes, durante la dictadura, porque venía siempre a Europa a proclamar lo que estaba pasando con sus hijos. Nunca la he visto en una actitud de tipo de provecho propio. Yo no creo. Yo creo que, evidentemente, fue engañada por este señor Schoklender. Que fue recogido por Hebe de Bonafini, por las Madres de Plaza de Mayo, con mucha amplitud. Porque él venía de la cárcel y realmente lo protegieron. Evidentemente, fue una traición del señor Schoklender, de los hermanos Schoklender, con respecto a las Madres, que les dieron absolutamente toda la protección.
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